Este síndrome se basa en la necesidad de satisfacer a los demás, principalmente la pareja o los hijos. Esta conducta se debe al miedo al rechazo o al abandono, y es más frecuente en mujeres que en hombres(para qué negarlo).
Es una actitud que aparentemente no puede causar problema alguno, y está relacionada con el Síndrome de Peter Pan, miedo a crecer. Quizá la próxima entrada sea sobre éste.
El psicólogo Jaime Lira ha señalado los siguientes síntomas:
-El individuo se siente imprescindible.
-Se entiende el amor como un sacrificio.
-Puede resignarse al sufrimiento.
-Evita sea como sea que los demás se enfaden.
-Intenta siempre hacer felices a los demás.
-Insiste en hacer las tareas de las demás personas y en asumir sus responsabilidades.
-Pide perdón por todo aquello que no ha hecho o no ha sabido hacer.
-Siente la necesidad de cuidar al prójimo.
-Acaba asumiendo el papel de padre o madre de su pareja.
La terapia consiste en hacer a la persona darse cuenta de que su comportamiento no lleva a relaciones sanas, y convencerle de que debe cambiarlo.
Dan Kiley: "Quien padece el Síndrome de Wendy tiene dificultades para controlar su propio rumbo y, para compensarlo, se vuelca en dirigir la vida del otro adoptando una actitud maternal".